Bienvenidos a la canasta

La NBA, poco y mucho más que decir. Jugones, chupones abusones, marginales... hip hop, bethoven... la cancha es la que decide. Acaba de iniciarse un nuevo curso baloncestístico, y para no variar, la mejor liga de básket del mundo vuelve a poner los vellos de punta desde el primer mate, triple, asistencia y flagrante (Perkins dixit).

Los Gasol vuelven a ser la referencia española sobre la pista, con el permiso de 'Magic' Rubio, que en mes y medio debe volver a enamorar por Minnesota. Calderón relegado al banquillo y con el ruido del traspaso tras la oreja cada día desde Toronto. Ibaka haciendo de las suyas... que falla un tirito, pues bajo su aro te la devuelve. Y Claver, que se ha tirado a la piscina con menos agua para la raza blanca, Portland, donde intenta demostrar que con menos tatuajes también se puede jugar a esto.

Desde el patio del colegio hacen acto de presencia los insolentes Anthony Davis, Lilliard, Austin Rivers, Michael Kidd-Gilchrist (se escribe pero no se dice), Dion Waiters y demás jugadores que marcan el futuro de esta liga. Dignos sucesores del que fuese rookie del año, Kyrie Irving, que para este curso tiene preparadas nuevas sorpresas con las que relanzar a unos Cavaliers que siguen en la depresión post Lebron.

Este es también un año de regresos, como el de Rasheed Wallace, que se deja caer por la gran manzana para poner su granito de 'mala hostia' para que los Knicks sean algo más que equipo de play off raspado. Un año de cambios de chaqueta, como el de Ray Allen, que tras cinco años con el trébol por escudo, se ha llevado su récord de triples al sol que más calienta, el de Florida, el de ¿King? James.

82 partidos que ponen a cada uno en su sitio y unos play off que nos obligan a levantarnos con ojeras durante un mes. ¡Comenzamos!